Siempre hablamos de la decoración como algo que va cambiando, mencionamos distintos colores para cada temporada, planificamos estilos diferentes para cada estancia de la casa, pero… ¿existe la decoración atemporal? ¡Por supuesto! Hay estilos que no pasan de moda nunca, y esos son los que te vamos a presentar hoy.

Cuatro estilos atemporales que no pierden tirón decorativo

Si crees que el amor es para siempre, ¿por qué no pensar lo mismo de la decoración? Estamos muy acostumbrados a pensar en que la decoración tiene que ir renovándose, pero lo cierto es que existen estilos atemporales que nos ponen las cosas muy fáciles.

Hoy te presentamos cuatro de ellos. Si tienes la suerte de que alguno te gusta, te vas a quitar muchísimos quebraderos de cabeza.

Estilo industrial, inspiración de talleres y fábricas del S.XX

Con la inspiración de las fábricas de Nueva York del siglo XX, llega una época en la que este estilo industrial de antaño ha dado un paso más para convertirse en un estilo decorativo de lo más increíble. Cualquier vivienda, bien sea un estudio, un piso o un dúplex, puede adoptar este estilo que no pasa de moda nunca jamás.

Lo único que tienes que tener en cuenta son los grandes ventanales, espacios diáfanos y abiertos y techos altos. Si cuentas con ello, estás preparadísimo para empezar a decorar tu hogar con este estilo industrial.

La clave son elementos como mesas de madera sin tratar, sofás de cuero y demás materiales que inspiren a talleres y fábricas del siglo anterior. Por supuesto, el negro deberá ser un ‘must’ y los accesorios de metal o vidrio se tendrán que ver desde todas las esquinas.

Estilo ‘art déco’, elegante y sofisticado

En una época en la que el estilo se mide en ‘likes’, el art déco es un buen aliado para gustar. Seguramente este estilo se te haga familiar, pues alberga en nuestras casas desde la década de 1920. No obstante, ahora ha llegado renovado, mucho más elegante y sofisticado.

Nuestra recomendación es que utilices patrones geométricos y colores establecidos para tu hogar. Las paredes pueden ser una buena opción en este caso. Por supuesto, no te olvides de los sofás y sillones de terciopelo.

Cabe destacar que este estilo adora la mezla y lo brillante, por lo que el verano no es un mal momento para empezar a darle caña al art déco. Piensa que te durará para siempre.

Estilo nórdico, un interior cálido y confortable

Si piensas en un estilo nórdico, ¿qué te viene a la cabeza? Efectivamente, un estilo minimalista que triunfa siempre, siempre y siempre. Intenta no colocar demasiado mobiliario y empieza con diseños simples, preferiblemente en maderas claras, como roble o pino.

Para empezar, opta por el blanco para pintar las paredes de casa. Este color es perfecto, pues te aportará muchísima luz en todas las épocas del año, brillando todavía más en los meses más soleados de verano.

Para terminar la decoración, añade unas pincelas de tonos pastel. Esto dará frescura y paz a tu hogar.

Estilo ‘boho chic’ para los más bohemios

Este estilo entra en casa sin que te des cuenta. Está formado por una decoración muy sencilla, un poco rara, pero muy estética. Llena de alfombras bereberes, muebles antiguos o motivos étnicos, entre otros.

Para tener un estilo bohemio exitoso es importante crear primero una base neutra, que después te permita incluir todo tipo de elementos de un mismo estilo. Así no caerás nunca en la estridencia y este estilo se convertirá atemporal en tu hogar.