Antes de comprar muebles, tienes que pensar en cuando tu hijo se haga mayor. ¿Reutilizarás los muebles? ¿Cambiarás por completo la distribución de la habitación? A continuación te explicamos qué es lo que necesitan los más pequeños en su dormitorio y qué es lo que después van a ir necesitando para hacer su vida en la habitación.

El dormitorio de un hijo es muy importante, pues llega una edad en la que este espacio se convertirá en su nido de intimidad. Y tu objetivo es que se sienta 100% cómodo en su habitación.

Evolución de la habitación de tu hijo según su crecimiento

Cuando el niño tiene entre 0 y 2 años, lo único que vas a necesitar es una cuna y un cambiador. Dado que las actividades de los niños de esta edad son muy limitadas, no necesitarás preparar un espacio de juegos ni nada por el estilo. Lo único que hará el bebé en su habitación es dormir y cambiarse de ropa y de pañal.

No obstante, si pensamos en el futuro, podemos utilizar el espacio de la cuna para colocar una cama, el cambiador sustituirlo por un escritorio. Este accesorio será imprescindible para tu hijo en cuanto empiece las clases en el colegio y tengas que hacer deberes.

Si tienes todo esto claro, podrás elegir la colocación de las lámparas, por ejemplo, de manera que la distribución sea mucho más estable y no tengas que estar cambiándola cada vez que tu hijo se hace mayor.

Por tanto, cuando tu hijo tenga entre 3 y 6 años la habitación no sufrirá demasiados cambios. Tendrás la cama y el escritorio donde antes estaba la cuna y el cambiador. Además, procura que el escritorio tenga también unas estanterías donde guardar juegos. De esta manera, el niño no asociará nunca el rincón de estudio con una actividad aburrida.

Cuando el hijo supere los 7 años, tendrás que empezar a pensar en un cambio de colores para su habitación. Cuando son pequeños utilizamos siempre el azul o el rosa claro, lo que se va quedando un poco obsoleto cuando los hijos se van haciendo mayores. Por tanto, lo primero que tienes que hacer es cambiar el color de las paredes y utilizar colores más juveniles.

También es una buena época para colocar alfombras de buena calidad, pues los niños juegan mucho en el suelo. Y no estaría de más reservar un espacio para que pueda jugar sin ningún problema.

Por último, cuando tu hijo se acerca a los 13 y 16 años, el estudio pasa a ser algo muy importante para él. Por tanto, es imprescindible que coloques una zona de estudio perfecta y cómoda. Es lo más importante para tu hijo a partir de estas edades.

Nunca dejes de lado el dormitorio de tus hijos, pues según ellos vayan creciendo tendrán necesidades diferentes y habrá que amoldar la habitación a las mismas.