3 consejos para elegir la almohada adecuada (y dormir así mejor)

3 consejos para elegir la almohada adecuada (y dormir así mejor)

Pasamos casi un tercio de nuestra vida durmiendo, o al menos, intentándolo. Porque si los problemas de sueño ya eran una constante en muchas personas a causa del estrés y del ritmo de vida que llevamos, el insomnio ha aumentado de manera considerable durante la pandemia.

En la mayor parte de las ocasiones relacionamos el descanso con el colchón. Pero nos olvidamos de que hay un complemento que es imprescindible para tener el sueño reparador que necesitamos: la almohada.

Trucos para elegir la almohada perfecta

Además de hacer que nuestro descanso sea confortable y cómodo, la almohada ayuda a mantener la posición natural de la columna mientras dormimos. De hecho, dormir con la almohada incorrecta perjudica la columna y la zona cervical.

Lo primero, saber cómo duermes

A la hora de elegir la almohada perfecta, es importante tener en cuenta factores como la postura que adaptamos cada uno para dormir. Lo más recomendable para el buen descanso es dormir de lado, en posición fetal y con las piernas ligeramente doblados. Si duermes en esta postura, lo mejor es elegir una almohada gruesa y firme.   

Si duermes boca arriba, la firmeza y grosor de la almohada deberán ser intermedios. Si duermes boca abajo (esta es la postura menos recomendable), la almohada debería ser muy fina y adaptable.

Y si cambias de postura de manera frecuente habría que elegir una almohada de firmeza media que se acomode a las diferentes posiciones.

¿Qué material es el mejor?

En el mercado hay una gran variedad de materiales. Por un lado encontramos las almohadas de fibra, un material que resulta muy cómodo, transpirable, y con gran capacidad de recuperación.

Las almohadas visco elásticas han cogido mucha fama en los últimos tiempos. Es un material muy adaptable, cuya firmeza se modifica con el calor de nuestro cuerpo, haciéndose más blanda a medida que se calienta. Este material es ideal para aquellas personas que tienen mayor sensibilidad en la zona cervical o que pueden necesitar mantener una posición terapéutica al dormir.

Respecto a las almohadas de látex, hay que decir que son algo menos adaptables que las de viscolatex, aunque cuentan con textura suave y agradable. Al tener una estructura interna de células abiertas permite una buena ventilación.

La almohada no es eterna (hay que cambiarla de vez en cuando)

Parece que ya tenemos asumido que el colchón hay que cambiarlo cada diez años. Pero, ¿sabes cada cuanto hay que cambiar la almohada? En este sentido, hay que tener muy en cuenta los plazos recomendados por los fabricantes para renovar la almohada y mantener la higiene y el confort. Y este plazo está entre 1 y 2 años.

Tras leer el artículo seguro que has reflexionado un poco sobre como duermes y con qué almohada lo haces. En Muebles Amets contamos con una gran experiencia en temas de descanso y te podemos ayudar.

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