Menos es más, también en decoración
Menos es más, también en decoración
Los expertos reconocen que el abuso de decoración en nuestras casas puede llegar a provocarnos estrés a largo plazo. Esto es debido a la tendencia al minimalismo que estamos viviendo en la actualidad. Al igual que en muchos sectores de nuestra vida, como puede ser el diseño Web, donde el estilo minimalista se ha puesto por delante en los últimos años, la decoración está viviendo el mismo proceso. El minimalismo gana a cualquier otro estilo de decoración, cuanto menos florituras tengas en tu hogar, más feliz vivirás.
Dicen que la palabra clave es el ORDEN. Tener la casa ordenada es fundamental para poder vivir tranquilos y sin ningún tipo de agobios. Los expertos advierten que la aglomeración de elementos decorativos en un mismo espacio provoca estrés, y mala salud mental para las personas. Por ello, autores expertos aconsejan hacer limpieza de manera frecuente. Una vez al mes, por ejemplo, es una buena rutina para despegarte de los elementos que ya no uses para nada.
Marie Kondo, autora de “La magia del orden”, cuenta que es fundamental cumplir un proceso de “desintoxicación” para también limpiar en cierta medida nuestro cuerpo. Esto es lo que conseguimos cuando nos deshacemos de las cosas. Cuando estamos en el proceso de limpieza, tenemos que coger uno por uno los elementos, y preguntarnos “¿esto me hace feliz?”. Si la respuesta es negativa, no tengas reparo a tirarla a la basura; en cambio, si es positiva, puedes colocarla de nuevo en tu hogar. Si haces la prueba, verás que tienes muchas cosas en casa que no te hacen feliz.
¿Lo mejor? Deshacerte de todos los elementos prescindibles. De esta manera, conseguirás vaciar un poco el espacio y sanar tu cuerpo y tu mente. Conseguirás alejarte del estrés en tu casa, producido por procesamiento de estímulos de forma continua. La psicóloga Mercedes Zaragoza afirma que “los espacios bien estructurados nos transmiten una gran sensación de bienestar que afecta tanto a nuestra forma de actuar y de relación con los demás como a nuestro propio orden interno”.